Te ofrecemos 5 claves para comunicarte con tu hijo adolescente, ¿quién dijo que fuese difícil?

1. Encuentra el momento adecuado para comunicarte con tu hijo

Quieres hablar con él de algo que te preocupa y no se te ocurre mejor momento que cuando llegas a casa y está «whatsappeando». Mal. No es un buen momento. Ni ese en el que le llevas al sitio al que ha quedado con sus amigos y le están esperando a que se baje del coche. Mal, de nuevo. Es muy importante buscar un buen momento para hablar con tu hijo, tanto para él como para ti. Búscalo o aprovecha para «quedar» con él.

2. Interésate y escucha

Con estas prisas que tenemos, lo que queremos es transmitir el mensaje lo más rápidamente posible. Pues para. Si quieres que tu relación y comunicación con tus hijos sea buena, tendrás que tomarte algún tiempo. No se trata sólo de lo que tú quieras decir y de lo que quieras saber, hay que tener tiempo para ellos. Si inviertes este tiempo, tu recompensa será muy suculenta. Que se sienta escuchado e importante para ti es un aspecto fundamental para cimentar una relación sólida, de respeto y comprensión.

3. Comparte sus aficiones e intereses

Probablemente no te guste nada su grupo de música favorito ni el juego de moda, pero haz un esfuerzo y pide que te enseñe a jugar o que te ponga en YouTube el videoclip de esa canción que no deja de sonar en su habitación. Conversa sobre estas cuestiones, u otras que surjan y sobre lo que muestren curiosidad. Es momento de generar conexiones entre vosotros.

4. Discusiones «lights»

Sí, seguro que discutís por cuestiones diversas. Quiere salir hasta determinada hora o ir al festival de no sé qué ciudad, y tú no estás preparado, no te parece bien… Está claro que en algún momento os podéis alterar, pero procura que las aguas vuelvan a su cauce. No se trata de no enfadarse ni de no discutir, sino de ser capaces de resolver conflictos de forma adecuada. Imponer o ser demasiados laxos no es el camino. El entendimiento debe ser mutuo.

5. Responsabilízale

Él se empeña en afirmar que es una persona «casi» adulta, pues ofrece oportunidades para que lo demuestre. Hacer determinadas cuestiones de casa, que él proponga un acuerdo y que lo cumpla… Seguro que no te faltan ideas.